Capítulo 15. Inesperado.

Bueno, les dejo este capítulo que es un poco corto y  no pasa mucho pero a partir del siguiente toda va a ir poniéndose más interesante. Espero que les guste.


Kim se para en frente mio, me mira a los ojos y parece traumatizada, de repente empieza a llorar mientras me abraza.
-Gracias, gracias.
-¿De que hablas? Yo no he hecho nada por ti.
-Por haber salvado a Cid, no hubiera podido perdonarme el haberlo matado o lastimado.
-No es nada, solo lo hice por su hermano. Kaly me mira confusa y yo le hago señas para contarle en otro momento.
Una vez que Kim deja de llorar y de agradecerme se separa de mi con los ojos aún cristalizados.
-Lamento lo de tu pierna y espero que mejore, dice antes de permitirme decirle algo ella sale de la habitación prácticamente corriendo.
-Bien eso si fue raro, inesperado y...  No termino la oración porque mi amiga me toma por el brazo y de un tirón me sienta en la cama empezando con el interrogatorio.
-¿Como que por su hermano? ¿Es mas grande? ¿De donde lo conoces? ¿Es lindo?
-Alto Kaly, de a poco, deja que te explique y luego me preguntas todo lo que quieras ¿vale?
-Bien, lánzalo.
Le cuento todo, desde que lo conocí hasta la promesa que le hice.
-¿Y que aras?
-No lo se, primero estan ustedes, además nunca dije lo que haría en el supuesto caso de ir.
-Bueno, no te molestaré más, ¿vienes a comer?
-Claro, muero de hambre.
Llegamos al comedor y Emi junto con Cami se acercan para ver como estoy.
-Bueno, Kaly les dirá todo lo que necesiten saber, yo estoy muriendo de hambre
Estoy sentada con una bandeja de comida cuando alguien me habla desde atrás?
-¿Estas mejor?
aL darme vuelta me encuentro a un muy triste y apenado Cid.
-Si.
-¿Recuerdas que me dijiste que mi hermano te había pedido que me vigilaras?
-Si, claro.
-Quería saber si eso era verdad.
-Claro, le di mi palabra.
-¿Acaso el no cree que me pueda cuidar solo?
-No lo se, pero si se que se preocupa mucho por vos.
-Bueno, gracias.
-De nada, chau.
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El resto de la semana todo transcurrió muy tranquilo, para el viernes mi pierna ya no tenia rastros del accidente y en los días que no pude a entrenar me la pasé practicando como hacer fogatas, refugios, armas y distinguir plantas venenosas, comestibles y medicinales.
Ya es el día de la cosecha y la tensión que hay por esto se podría cortar con un cuchillo. Todos estamos esperando en el salón con nuestros compañeros de habitación para saber quienes seran los desafortunados chicos que tendrán que ir a los jugos del hambre.